Ideas inspiradoras de Teilhard de Chardin para la educación en el tiempo de crisis ecológica
Palabras clave:
Ciencia, Religión, Educación, Ética ecológicaResumen
La actual situación de globalización cultural y de crisis ecológica de la biosfera exige que la educación utilice nuevos marcos de pensamiento que integren las visiones de las ciencias y las de las religiones a fin de promover una perspectiva integrada y crítica para abordar la nueva situación ambiental. Las miradas parciales de las diversas ciencias naturales y humanas y de las religiones históricas no alcanzan para abordar el complejo fenómeno de un mundo globalizado y ambientalmente más vulnerable. La combinación de ciencias, filosofía y religión aparecen como un requisito indispensable para pensar el puesto del ser humano en la biosfera. La figura de Teilhard de Chardin (1881 -1955) parece ser fecunda en esta empresa. El jesuita francés forjó una mirada sintética desde su campo de investigación paleontológico y biológico con la fe religiosa. Su síntesis, aunque propia de su tiempo, se muestra útil para integrar sin diluir los conocimientos de las ciencias con los de las religiones, en particular con la de origen bíblico. Además, su mirada evolutiva del cosmos está atravesada por una idea de creación y consumación del universo y de la vida que incluye la responsabilidad del ser humano en el proceso de una creación evolutiva. El hombre aparece como disponiendo en sus propias manos el destino de la evolución, al menos en el planeta Tierra. La visión ecológica que surge de la obra teilhardiana tiene una simplicidad tal que la hace idónea para ser un instrumento educativo para las presentes generaciones, caracterizadas por un mayor conocimiento de las ciencias de la evolución y capacidad para captar la unidad de la biosfera. Teilhard propone una visión evolutiva en la que la "noogénesis" comporta responsabilidades en la "biogénesis" futura. El ser humano es responsable de la evolución que continuará y, con ello, de las nuevas especies de vida. El artículo trata de poner de relieve la importancia de la síntesis teilhardiana para la educación integrada, con particular énfasis en el área de la ética ecológica.