Gn 1, 26 y 1, 28. ¿Ordenó Dios al hombre dominar el universo?
Una aproximación filológica
Resumen
De diversas traducciones e interpretaciones bíblicas se ha instalado la noción de que Dios dio al hombre el mandato de “dominar” la tierra. Si nos acercamos a la versión hebrea de Génesis en la Torah, a la versión de la Biblia griega conocida como Septuaginta (LXX; para estos textos, siglos III-II a.C.) y a la Vulgata latina (s. IV), advertimos que tal semántica parece haber nacido de la introducción en Gn 1,28 de un neologismo griego, el verbo katakurieúô, utilizado por el traductor dos veces en el texto. Este katakurieúô, también presente en el relato del Diluvio (Gn 9,1) es allí un agregado de la LXX, sin correlato en la versión hebrea, lo que nos deja frente a una sola ocurrencia del vocablo: Gn 1, 28.